PUEDE CORRESPONDER A PATOLOGÍAS BANALES O SER EL PRELUDIO DE UNA ENFERMEDAD GRAVE, INCLUSO MORTAL.
El dolor torácico es una de las causas más frecuentes de consulta en los servicios de urgencias. Se calcula que son entre un 5 y un 20% del total de las consultas.
Para protocolizar el diagnostico de pacientes que acuden a urgencias, los servicios de cardiología han puesto en marcha las unidades de dolor torácico, con la idea de identificar a los pacientes de alto riesgo para su diagnóstico y tratamiento precoz.
PERFILES DEL DOLOR TORÁCICO:
1.- ISQUÉMICO:
Generalmente se produce por obstrucciones de las arterias coronarias que nutren al corazón. Se describe habitualmente como opresivo. Suele ser retroesternal e irradia a brazo izquierdo, ambos brazos o a la espalda. En ocasiones es epigástrico, en la boca del estómago, en cuyo caso irradia por todo el centro del pecho llegando incluso al cuello y mandíbula.
Puede estar relacionado con los esfuerzos, estrés o el frío, aunque a veces aparece en reposo. A menudo se acompaña de sudoración, nauseas-vómitos, mareos, fatiga, incluso pérdida de conciencia.
La duración suele ser superior a 1 minuto. Generalmente dura menos de 15-20 minutos, si es por una angina. Si dura más de 20 minutos podemos estar ante un infarto.
Es poco probable que sea coronario si el dolor irradia a región abdominal, o por encima del cuello, si es a punta de dedo o cambia con los movimientos o la respiración.
Mejoran con nitritos sublinguales: cafinitrina, vernies…
2.- PERICÁRDITICO:
Se produce por inflamación del pericardio, unas membranas que envuelven el corazón. Suele ser un dolor muy intenso que aumenta al respirar. Típicamente empeora al estar acostado, por lo que los pacientes se encuentran mejor de pie.
A veces puede afectar también al músculo cardiaco (miocarditis) y el dolor se puede parecer más al dolor coronario. Puede ser debido a muchas causas, aunque las más frecuente es una infección por un virus.
3.- DISECCIÓN DE AORTA:
Se produce por la ruptura de las capas internas de la aorta. Es una patología muy grave.
Dolor súbito y muy intenso. Suele empezar en región interescapular (entre los dos omóplatos), e irradiar a cuello, espalda, y región anterior de tórax. A medida que avanza la disección el dolor continúa en ambos flancos, abdomen y piernas.
4.- PLEURÍTICO:
Se produce por inflamación de la pleura, una membrana que recubre los pulmones.
Es punzante, aumenta al respirar, y con la tos. Su localización es costal, aunque a veces puede ser también retroesternal.
Puede aparecer en bronquitis, neumonías, neumotórax, tumores pulmonares y en el tromboembolismo pulmonar (coágulos de sangre que obstruyen las arterias pulmonares).
5.- ESOFÁGICO:
Se debe al paso de contenido gástrico al esófago. El dolor se describe como quemante. Suele empezar en el epigastrio, la boca del estómago, e irradiarse a región retroesternal y a la garganta. Su duración es variable, desde minutos hasta varias horas. Empeoran con la toma de fármacos, alcohol, comidas y al acostarse.
El dolor por espasmo esofágico es similar al isquémico y mejora también con nitritos sublinguales.
6.- OSTEOMUSCULAR:
Dolor producido por problemas óseos (fracturas) o musculares (contracturas), tendinitis…. Se localizan en la zona afectada. Empeoran con los movimientos, tos, respiración…
Pueden durar horas, o días. Puede haber un antecedente de traumatismo o ejercicio físico previo.
7.- NEUROLÓGICAS:
Suelen tener un carácter lancinante o quemante. El ejemplo más típico es el del herpes zoster. El dolor puede aparecer días antes de que aparezca el exantema con las vesículas típicas.
8.- PSICÓGENAS:
A veces por depresión o ansiedad pueden aparecer dolores torácicos que son muy variables y se describen desde opresivos a pinchazos. Pueden durar desde poco tiempo a horas o días. Suelen acompañarse de síntomas por ansiedad. Suele estar presente la fatiga, que es más bien hiperventilación, mareos, palpitaciones, o parestesias.
9.- OTRAS CAUSAS:
Anemia severa, hipoxemia severa, tirotoxicosis, causas mamarias, post-pericardiectomía, idiopática (que no se conoce la causa), etc…
Ante la presencia de un dolor torácico debemos descartar la presencia de una patología grave, como las distintas causas a las que nos hemos referido. Si tenemos dudas debemos acudir rápidamente a un servicio de urgencias para diagnosticarlo y si es el caso tratarlo.
Victor Puebla Rojo
Unidad de Hospitalización y Cuidados Intermedios.
Servicio de Cardiología
Hospital Universitario Lucus Augusti