Hipertensión Arterial

HIPERTENSION ARTERIAL “EL ASESINO SILENCIOSO”

La hipertensión arterial (HTA) se define como una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias y aunque no existe un umbral estricto que permita delimitar el límite de riesgo se acepta que un individuo padece HTA cuando sus cifras de presión sistólica (coloquialmente “la alta”) superan los 140 mmHg o sus cifras de presión diastólica (“la baja”) son mayores de 90 mmHg medidos de forma ambulatoria en dos determinaciones separadas.

En aproximadamente el 90 % de los casos, la HTA es de causa desconocida y se denomina HTA esencial (que es en la que nos vamos a centrar) y presenta una elevada carga hereditaria. En el otro 5-10 % la HTA es atribuible a otra causa y se denomina HTA secundaria y aunque comprende un número reducido de casos, es importante descartarla, no solamente porque el tratamiento de dicha causa podría corregir completamente las cifras de tensión arterial sino que también permitiría detectar algunas enfermedades graves cuyo primer signo de aparición es la presencia de HTA.

La HTA es un gran problema médico en la actualidad. Con una prevalencia del 35 % en la población general (60 % en mayores de 60 años), afecta actualmente a unos 10 millones de españoles (unos 125.000 lucenses) de los cuales, un 35 % ignora que padece HTA y aunque afortunadamente casi el 90 % de los hipertensos conocidos reciben tratamiento en nuestro días, solamente uno de cada tres pacientes tratados consigue reducir sus cifras de HTA a valores normales (hipertensos controlados). En resumen podríamos decir que: de todos los hipertensos existentes en España, únicamente un 14 % recibe tratamiento y se encuentra controlado.

Dada la elevada prevalencia de la HTA en la población general, así como la ausencia de síntomas a corto plazo derivados de la misma (dicho en términos coloquiales “es una patología que no duele”) hacen difícil la labor de concienciación de la gran importancia que tienen tanto el cumplimiento terapéutico como los controles frecuentes que deben realizarse los pacientes hipertensos. Si tenemos en cuenta que de las 387.911 personas que fallecieron en el año 2011 en España, 90.383 (un 23.3 %) fueron por enfermedades cardiovasculares y que aproximadamente la mitad de estas muertes de causa cardiovascular son atribuibles directamente a la HTA, podemos comprender la magnitud del problema.

Teniendo en cuenta lo anterior debemos entender lo importante que es detectar precozmente la presencia de HTA y, aunque la edad a la que hay que comenzar el cribado de la misma es muy variable, se recomienda que todos los adultos no hipertensos se realicen una determinación de las cifras de TA cada 2 años o anualmente si sus cifras se encuentran entre 120 y 139 mmHg de TA sistólica o entre 89 y 89 mmHg de diastólica.

Cuando un paciente es diagnosticado de HTA, su médico de atención primaria valorará el tratamiento más adecuado para él, limitándose a las recomendaciones higiénico-dietéticas (pérdida de peso, programas de ejercicio, disminuir ingesta de sal…) en los casos más leves, añadiendo a estas el tratamiento farmacológico en los casos más graves o en aquellos que presenten datos de afectación orgánica por la misma (cardiopatía hipertensiva, insuficiencia renal…). El médico también decidirá los intervalos de seguimiento más adecuados para el paciente tanto para comprobar el correcto control de las cifras de TA como para realizar los ajustes terapéuticos que considere necesarios.

En resumen: la HTA es una patología muy prevalente en nuestra población siendo causa de un número elevado de muertes y enfermedades graves. La detección precoz de la misma así como la instauración de un tratamiento correcto de la misma es esencial, no solo para mejorar la cantidad y calidad de vida de los pacientes sino también para disminuir considerablemente los costes sanitarios derivados de las consecuencias de la misma.

 

Dr. Alberto Pérez Pérez

Unidad de Hospitalización y Cuidados Intermedios Cardiológicos

Servicio de Cardiología

Hospital Universitario Lucus Augusti.