Diversas taquicardias se originan en las aurículas o la unión auriculo-ventricular (AV) y en consecuencia, por definición, son de origen supraventricular e incluyen los siguientes tipos: Taquicardia sinusal; Taquicardia supraventricular por reentrada (TPSV); Taquicardia auriculoventricular por reentrada nodal (TIN); Fibrilación auricular; Flutter auricular y Taquicardia auricular automática.
Todas tienen una cosa en común: debido a que nacen por encima de las ramas fasciculares del His, la activación ventricular se realiza a través del sistema de conducción especializado intraventricular, por lo que habitualmente cursan con complejos ventriculares normales, por tanto estrechos. Sin embargo, es muy importante apreciar que existen diferencias significativas en cuanto a su mecanismo, caracteristicas electrocardiográficas y tratamiento. Resulta necesario identificar el tipo de taquicardia y no considerar todas las taquicardias con QRS estrechos como “taquicardia supraventricular”.
En las taquicardias de la unión AV “por reentrada” hay una conexión eléctrica adicional entre las auriculas y los ventrículos, de manera que el impulso puede circular de forma rápida y repetida entre aurículas y ventrículos a lo largo de un circuito formado por la unión AV y la conexión AV adicional, que en la TPSV es una vía accesoria que recorre el surco entre aurículas y ventrículos, evitando así el nodo A-V, que si conduce anterógradamente provoca preexcitación ventricular (síndrome de WPW) y en la TIN tambien “por reentrada”, el nodo AV y los tejidos auriculares adyacentes están disociados funcionalmente en vías nodales AV rápidas y lentas (doble vía nodal).
El segundo grupo de taquicardias supraventriculares comprende aquellas debidas a actividad auricular anómala rápida, es decir, taquicardia, flutter y fibrilación auriculares. El mecanismo responsable de la taquicardia se limita a las aurículas y al contrario que en las previas, el nodo AV no es una parte integral del mecanismo de la taquicardia, sino que simplemente transmite algunos o todos los impulsos auriculares hasta los ventriculos.
Las taquicardias supraventriculares paroxísticas pueden producir síntomas graves: síncope o presíncope, particularmente al inicio de la arrítmia; palpitaciones molestas; angina de pecho incluso en ausencia de cardiopatia isquémica; disnea; astenia y poliuria. Otros pacientes incluso pueden estar asintomáticos o sólo notar que “el corazón le va rápido”.
Aunque no tengan una cardiopatía estructural, la mayoría de los pacientes se alarman ante la posibilidad de que la arrítmia sea un signo de crisis cardíaca inminente u otro tipo de patología cardiaca fatal, por lo que pueden vivir con miedo al siguiente episodio y pueden temer el viajar o salir por miedo a que le ocurra la taquicardia.
En caso de ser sostenidas, las taquicardias supraventriculares, en especial la taquicardia auricular automática, la TPSV y la fibrilación auricular con respuesta ventricular muy rápida, pueden originar insuficiencia cardiaca e incluso si la duración es muy prolongada, pueden provocar una taquicardiomiopatía que consiste en una dilatación con disfunción sistólica del ventrículo izquierdo, la cual es reversible al controlar la frecuencia cardiaca y sobre todo al restablecer el ritmo sinusal.
Se pueden tratar con distintos fármacos antiarrítmicos y en casos seleccionados se pueden realizar procedimientos de ablación de las distintas vías (vías AV en las TPSV, vía lenta nodal en la TIN), aislamiento del istmo cavotricuspídeo en el flutter auricular común o aislamiento de venas pulmonares en la fibrilación auricular paroxistica persistente.
Dr. Francisco Javier Crespo Mancebo
Unidad de Arritmias
Servicio de Cardiología
Hospital Universitario Lucus Augusti